La diócesis Chilpancingo-Chilapa, a la que perteneció el párroco Germaín Muñiz García, asesinado en Taxco de Alarcón, rechazó la implicación con grupos de la delincuencia que le hizo al sacerdote asesinado el fiscal general del estado, Xavier Olea Peláez, y exigió que si sus investigaciones son ciertas “no se limite a hacer simples señalamientos” y diga a qué organización criminal presuntamente pertenecía.
El vocero de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Benito Cuenca Mayo, expresó su extrañeza por las declaraciones del fiscal, pues dijo que “son ambiguas y carecen de sustento, por tanto exigimos que las investigaciones sean objetivas, verídicas y apegadas con forme a derecho y a la verdad de los hechos”.
“Ratificamos una vez más, que el presbítero Germain Muñiz García, nunca estuvo vinculado a ningún grupo delictivo. Tenía conocimiento por la naturaleza misma de su trabajo pastoral, de operación de algunos grupos en esa zona, pues al ser párroco y persona pública tenía que desplazarse por la zona donde estaban asentados esos grupos”, dice el comunicado firmado por el obispo Salvado Rangel Mendoza.
El pasado lunes en la madrugada Germaín Muñiz, su colega Iván Añorve, y otras dos personas al salir de una fiesta donde aparentemente estaban narcotraficantes. Dicho crimen fue atribuido por el fiscal de Guerrero, Xavier Olea, a la presunta relación de Muñiz con grupos de la delincuencia organizada, versión que es negada por la diócesis.
Además, demandó tener acceso a la investigación judicial para conocer los avances de la misma, documentos básicos para que la iglesia conozca los argumentos para que la Fiscalía asegure que el sacerdote estaba involucrado con el crimen organizado.
“Si la Fiscalía del Estado declara que el presbítero Germain Muñiz García estuvo vinculado a algún grupo delictivo, se le exhorta que determine concretamente a qué grupo pertenecía y que no se limite a hacer simples señalamientos”, añade el comunicado.
La Diócesis califica de extrañas las declaraciones del fiscal de guerrero, Xavier Olea, sobre la presencia de grupos armados en la zona de Taxco, ya que no hay ningún reporte de presencia de personas armadas la noche del domingo y madrugada del lunes.
Cuenca Mayo dijo que si la Fiscalía declara que el presbítero Germaín estuvo vinculado a algún grupo, que informe y que no se limité a hacer simples señalamientos y exigió a la Fiscalía realizar las investigaciones necesarias y no hacer declaraciones en supuestos hechos. También demandó una copia completa y certificada del expediente en el que se implica al sacerdote con grupos delincuenciales de Mezcala.
“Nos causa extrañeza la declaración del fiscal en relación a que en un mismo lugar, Juliantla, Guerrero, se hayan reunido, lo cito entre comillas, “integrantes de grupos delincuenciales de Morelos, Estado de México y Guerrero”, cierro las comillas, sin haber reportes de algún enfrentamiento entre los participantes del evento”.
“Ratificamos una vez más que el presbítero Germaín Muñiz García nunca estuvo vinculado a ningún grupo delictivo. Tenía conocimiento de la naturaleza misma de su trabajo pastoral, de operación de algunos grupos en esa zona, pues al ser un párroco y persona pública tenía que desplazarse por la zona donde estaban asentados esos grupos para atender a las diferentes comunidades que integran la parroquia de San Cristóbal, en la población de Mezcala, Guerrero, lugar donde ejerció su ministerio durante cinco años”, dijo en conferencia de prensa.
El pasado martes, el fiscal general del estado, Xavier Olea Peláez, atribuyó a un grupo de la delincuencia organizada que opera en el Estado de México la muerte de dos sacerdotes y relacionó a Germaín, por las imágenes difundidas en redes sociales con un grupo delictivo, presuntamente contrarios a los del Estado de México que fueron los que les dispararon en Taxco.